En los últimos tiempos hemos hablado mucho de los beneficios que las telecomunicaciones han aportado y aportarán a la sociedad a lo largo del tiempo: en el pasado, el presente y también en el futuro. En los últimos años nos muestró diariamente la importancia de intercambiar información en tiempo real para evitar una crisis aún mayor en todos los niveles de nuestra sociedad, desde las relaciones humanas hasta las relaciones comerciales.
Todavía estamos en los inicios de una verdadera revolución que tendrá lugar en los próximos años, pero entender cómo dicha revolución sucederá, es esencial para que tengamos una verdadera visión de todas las posibilidades. El 5G será el portavoz de todo ello, haciendo posibles las aplicaciones del Internet de las cosas (IoT). ¿Ha oído hablar del Internet de las cosas, pero no sabe exactamente qué es? ¡No se preocupe! En esta publicación vamos a explicar los conceptos básicos para que esté al tanto de algo que ya está presente en nuestras vidas pero que pronto adquirirá nuevas proporciones.
¿Qué es el Internet de las Cosas?
El Internet de las cosas, o simplemente IoT, es el concepto de conectar cualquier dispositivo (que se pueda encender y apagar) a Internet y otros dispositivos, creando una gran red de “cosas” y personas que recopilan y comparten datos sobre la forma en que se utilizan y el entorno que los rodea. Estos dispositivos pueden ser teléfonos celulares u otros aparatos con Wi-Fi, como microondas, refrigeradores, lámparas, pulseras inteligentes, altavoces, lavadoras, etc. (básicamente cualquier cosa que se pueda imaginar), aunque también se aplica a los componentes de máquinas, como la bomba de expendio de combustible de una estación de servicio o incluso un trépano de perforación de petróleo para grandes profundidades. Todo lo que tiene un botón de encendido y apagado tiene el potencial de ser parte de la Internet de las cosas.
Según un estudio de Juniper Research, para 2022 se espera que 50.000 millones de dispositivos estén conectados a través de la Internet de las cosas. Vamos a tener una gran red de relaciones de personas a personas, de personas a cosas y de cosas a cosas.
¿Cómo funciona eso?
Los dispositivos y objetos con sensores están conectados a una plataforma de la Internet de las cosas que integra los datos generados, los procesa y comparte la información más valiosa con aplicaciones creadas para resolver necesidades específicas.
Las plataformas de IoT son el punto central que unen hardware, conectividad, software y niveles de aplicaciones para ofrecer una solución eficiente para la gestión y configuración de dispositivos, la recopilación y el análisis de datos, aplicaciones y conexiones a la nube o un servidor local, atendiendo obligatoriamente a ciertas cuestiones:
- Escalabilidad
La plataforma debe estar preparada para admitir un número cada vez mayor de dispositivos conectados, manteniendo la calidad del rendimiento.
- Ser user-friendly
La plataforma debe ofrecer flexibilidad para la integración con diferentes API y el control del código para una mayor personalización y adaptación a diferentes escenarios y necesidades.
- Integración e interoperabilidad
La plataforma debe estar preparada para manejar diferentes tipos de dispositivos conectados con diferentes protocolos de comunicación para la recopilación y el procesamiento de los datos generados.
- Opciones de implementación
La plataforma debe estar lista para integrarse a la red de la empresa, ya sea en la nube o en un servidor interno.
- Seguridad de los datos
Cifrado de la información transmitida entre los dispositivos y el servidor a través de los posibles diferentes canales de comunicación, el control del acceso de usuarios, así como el manejo de los datos procesados. Hoy en día el tema de la seguridad es creciente y exponencial.
Cómo le afecta la IoT
¿Por qué vamos a necesitar tantos dispositivos conectados y compartiendo datos entre ellos?
Imagine que la banda inteligente que usa, monitorea su sueño y le dice al despertador de su teléfono celular cuál es el mejor momento del ciclo de su sueño para que se despierte con más ganas.
Su cafetera también está conectada y comienza a preparar el café en el momento adecuado para que lo disfrute bien calentito. Baja a desayunar y su refrigerador crea una notificación para que pase por el mercado a comprar algunas cosas que están a punto de terminarse.
Vive en una ciudad inteligente, donde hay sensores en las carreteras y todos los vehículos están conectados. Se le advierte de un accidente que está causando tráfico, por lo que es el mejor momento para que salga y no llegue tarde al trabajo. Sale de su casa y automáticamente los dispositivos entran en modo ahorro, y consumen menos energía.
Su automóvil ya conoce el contenido de música que le gusta y le sugiere una lista de reproducción personalizada para que la escuche en el camino. El automóvil también es autónomo y le permite hacer otras cosas en el trayecto, como prepararse para esa reunión a la primera hora.
Llega a la oficina y su impresora le envía una notificación de que está a punto de quedarse sin tóner y que ahora puede solicitar su reemplazo directamente al proveedor. A la hora del almuerzo, se dirige al centro comercial más cercano, que reconoce su presencia en el edificio y le sugiere el lugar teniendo en cuenta sus visitas anteriores y a otros establecimientos que ha visitado durante todo el mes. Usted está de acuerdo e inmediatamente realiza una reserva en su restaurante favorito.
Su día transcurre bien. El tóner se entrega y se instala, le fue bien en su reunión y las máquinas de la fábrica aprendieron por sí mismas una forma de producir con mayor eficiencia energética y de materiales. Usted está listo para volver a casa. Su automóvil le pregunta si desea ir al supermercado o si prefiere que le envíen el pedido a su casa. Elige la segunda opción y, como el tráfico está monitoreado en tiempo real, el pedido se realiza para que se entregue junto con su llegada. Regresa por un camino diferente, ya que hay una nueva zona de tránsito. Cuando ya casi está llegando, su hogar comienza a cobrar vida. Las luces se encienden, los dispositivos salen del modo ahorro. Llega a su casa y encuentra el café caliente en la cafetera y los pedidos del supermercado listos para llenar el refrigerador. Fue un buen día.
La Internet de las cosas ha llegado para integrar y conectar, brindando eficiencia a nuestra sociedad en todos los diferentes niveles. Junto con el 5G y otras tecnologías, la IoT cambiará la forma en que la vivimos. Hasta el punto de permitir que las pandemias como la que estamos viviendo hoy en día no sean más que un pequeño mal pasajero. ¿Está listo para ello?
Ahora usted sabe un poco más sobre qué es la Internet de las cosas y una pequeña parte de todo su potencial. Aún queda mucho por explorar sobre el tema, en especial sus aplicaciones prácticas.
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